Como es bien sabido, existen muchos fanáticos de los coches al rededor de todo el mundo. Y de hecho si estas leyendo esto seguramente es porque en mayor o menor medida tu eres uno de estos apasionados. En realidad todos hemos experimentado algo de interés por estas fastuosas máquinas.
Sabías que en el mundo hay personas que van mucho más allá de ser unos locos apasionados por los coches, seguidores fieles a sus marcas favoritas; desde luego están todos aquellos amantes de la velocidad quienes están al tanto de todas las competiciones deportivas en diferentes lugares del planeta; por otro lado están todos los admiradores de los espectaculares ‘best–sellers’ del diseño automotriz, conocedores de los más mínimos detalles de ingeniería e innovación de cada coche. Pero en realidad, ahora estamos hablando de aquellos que incluso llegan a sentir una excitación casi sexual o que tienen una fijación fetichista hacia los coches.
Como ves la pasión por los coches tiene muchas tonalidades, y por esto ahora te queremos contar de algunas de esas señales o comportamientos, que te ayudarán a descubrir si lo tuyo es una simple afición por el mundo automotor, o si en realidad pareces de lo que los expertos llaman ‘mecanofilia’ o ‘mecafilia’, es decir si eres realmente un auténtico amante de los coches a un nivel que algunos pueden considerar una pasión enfermiza. Así que mirando estos indicadores podrás saber y diagnosticar que tan crónica puede ser tu locura de amor por los coches.
Pasas tiempo admirando nuevos modelos
De hecho eres de uno de esos que en la mitad de la calle, sin saber por qué, te sientes forzado a voltear a mirar descaradamente, cuando ves pasar un coche espectacular. Y no necesariamente los contemplas en la calle, vives pendiente de las revistas automotrices, y de la publicidad que vas encontrando por ahí, promocionando y anunciando nuevos modelos de autos.
Reconoces cualquier marca y modelo
Si eres capaz de identificar un coche a partir de algún detalle de su diseño, esto quizás es lo mínimo para que te consideres un amante de los coches. Sin embargo mientras más extraño o exclusivo sea algún modelo particular, tiene muchísimo mas mérito reconocerlo a partir de sus farolas, su espejo retrovisor, o incluso algún aspecto del interior del coche. Hagamos una prueba,
Identificas muy bien a cada fabricante
Reconoces la procedencia y características propias de cada casa automotriz, italiana, británica, francesa, alemana, americana, japonesa, coreana… Asocias los coches sofisticados y potentes con Italia, la eficiencia y la seguridad con los coches suecos, y la innovación con los coches asiáticos. Conoces las ventajas y puntos fuertes de cada casa… ¡Ah! y por supuesto tienes tu propia tabla de clasificación.
Adoras el aroma a nuevo de un coche
Eres de aquellos que suspira e inspira profundamente, cada vez que siente ese característico aroma que tiene un coche recién salido del concesionario, tanto que lo revives en tu imaginación una y otra vez, sólo te basta cerrar los ojos para recordarlo y sentirte transportado a un mundo fantástico, como si estuvieses en un paraíso celestial.
Te encanta el poderoso sonido del motor
Lo que para otros es un ruido escandaloso, para ti, como todo un amante de los coches es un armónico y poderoso ronroneo, ya que al escuchar el rugido de tu motor arrancando, inmediatamente piensas en la velocidad y la potencia del auto, es el melódico eco de un delicado trabajo de ingeniería y precisión, que sólo un autentico amante de los autos aprecia.
Asocias tus mejores momentos con tu coche
Eres de los que recuerda con todo detalle cuando condujiste tu primer coche, o eres de los que piensa que los momento más especiales de tu vida, como su primera cita o algún viaje memorable no habrían sido igual de no ser por el coche en el que estabas. Solo piensa sí al relatar estos recuerdos empleas frases como «íbamos en el coche hacia…» o «estábamos en el coche cuando…». Incluso asocias a las mejores personas que amas y tus experiencias con algún coche.
Descubriste el amor al comprar tu coche
Siendo completamente honestos, la primera vez que sentiste mariposas en el estomago, no fue por cualquier otro ser humano, sino que fue aquella vez que viste ese poderoso deportivo en alguna revista o en una película, o cuando te encontraste ese precioso coche clásico estacionado en la calle. Incluso puede que descubrieras tu verdadero amor cuando fuiste a la prueba de conducción antes de comprar ese coche que tanto habías soñado, nunca lo olvidarás, seguramente aún guardas por ahí fotos de tu meas grande amor.
Hablar de coches es hablar en serio
Te tomas muy en serio tu amor por los coches, tanto que eres de los que conoce hasta los mínimos detalles, los fallos y ventajas que tiene cada modelo de coche en partículas, y hablas de ello cuando los ves pasar por la calle. Como un buen amante de los coches analizas los fabricantes, diseños, características como el cilindraje, la eficiencia y potencia del motor, y puedes comparar todos los aspectos de cualquier modelo contra su competencia, tecnología a bordo, la relación precio-calidad, y por supuesto la seguridad.
Te buscan si quieren saber de coches
Tus familiares y amigos por lo general te buscan para consultarte acerca de algún modelo antes de comprarse un coche y lo disfrutas muchísimo, pues te hace sentir como todo un experto en la materia. Es más, cuando no lo hacen y el coche le llega a dar algún problema, sientes algo de satisfacción al decir «si me hubieras peguntado antes, yo te lo habría dicho»…
Nada mejor para invertir que en tu coche
Comprar neumáticos nuevos, instalar un mejor equipo de sonido, restaurar la tapicería del interior del coche, hacerle cambios y mejoras estéticas, para ti no representa un gasto en absoluto. Esto es una inversión y toda inversión que haga funcionar y lucir mejor a tu coche, merece bastante la pena. Te emociona ir a una tienda automotriz, donde puedes pasar horas viendo todo lo que venden y siempre podrás comprar algo nuevo para tu coche.
Para ser fan hay que ser coleccionista
Para ti, tener una extensa colección de coches no es un lujo, es un deber que todo amante de los coches debe cumplir de forma sagrada. Aunque sólo se trate de coches en miniatura. Un buen domingo puede ser aquel en el que encuentras en oferta para llevarte a casa ese modelo de coche a escala que no tenias aún y esperabas por tanto tiempo, y desde luego que te tomas todo tu tiempo para encontrarle el lugar más apropiado en la repisa y hacer que haga un buen juego con tu otros ejemplares en casa o en la oficina.
Tener absoluto control sobre tu coche
Para ti no hay lugar a ninguna duda, no existe el eterno debate entre Manual o Automático, sólo hay una única opción: ¡Manual!… Siempre manual. De qué otra forma podrías sentir todo el poder de la máquina, de qué otra forma tendrías todo el control sobre el coche
Eres un maestro del viaje por carretera
Siempre planeas tus viajes en carretera cuidadosamente pensando en cuál sería el camino más divertido y agradable para conducir un largo rato. Incluso puede que seas uno de aquellos que se ha soñado con ir de vacaciones a una Expo, o algún Salón Internacional del Automóvil. Es más puede que no solo lo desees, sino que ya lo hayas hecho o lo estes planeando.
Siempre estas listo para la Formula Uno
No importa a la hora que sea, lo mismo da para la NASCAR, el Rally, la IndyCar o cualquier competencia automovilística habida y por haber en el planeta, aunque esto implique despertarte a las 2 de la madrugada para ver el Gran Premio de Malasia, esto para ti no representa un desafío, es algo que haces por puro placer.
La pasión por los coches se hereda
Un genuino amante heredará a la siguiente generación sus conocimientos, su amor, sus herramientas, colecciones, secretos y todo eso que le tomó una vida reunir. Un verdadero amante de los coches compartirá su pasión con sus amigos, pareja, familia y por supuesto con sus hijos, y se asegurará que al menos uno de sus retoños se encargue de mantener viva la llama de su primer amor.
Hasta ahora estos solo son comportamiento de un fanático amante de los coches, pero existen incluso algunas conductas un poco más extravagantes, que indican que tu amor ya puede ser algo crítico.
Ponerle un nombre a tu coche
Puede que en principio no sea un mal indicio, pero algunos llegan a hablarle y tratarlo como si se tratará de una persona o de una mascota. Por ejemplo hay quienes voltean a ver su coche y le sonríen cuando lo dejan por algún tiempo en el estacionamiento.
Prefieres tu coche a las personas
Si para ti pasar tiempo a solas con tu coche, resulta más importante que compartir con tu familia y amigos, e incluso tu capacidad de socializar con otras personas y hacer amigos, depende en una gran medida de la seguridad y confianza que te produce la joya automotriz que estés conduciendo.
El lado oscuro: pasando del amor a la obsesión
Recuerda, hay una diferencia entre ser un amante fanático de los coches, y padecer de una obsesión que puede resultar poco saludable. La diferencia al parecer está en la cantidad de energía que dedicamos a esta pasión. Por esto es importante revisar la forma en que nuestro gusto puede afectar nuestro bienestar personal y el de quienes te rodean. Una filia —amor por—, es simplemente una atracción o gusto por algo, ya sean los coches, coleccionar sellos, la música o lo que se te ocurra. En cambio, si esta afición se torna en algo desmedido que afecta tu salud mental y emocional podría llegar a considerarse como un trastorno.
En esta locura de amor por los coches la clave esta en que no afecte tu entorno familiar ni laboral, o que llegue a afectar a otras personas. Otro aspecto que debes tener en cuenta es que el tiempo que dedicas a tu coche, no se convierta en una forma de escapar de la realidad. Muchas veces las personas que desarrollan este tipo de comportamientos, buscan un refugio para evitar establecer vínculos reales, quizá puedan sobrellevar una vida normal en el trabajo, pero pueden tener dificultades para establecer relaciones sanas y maduras con los demás.
Y entonces, ¿Eres o no un genuino amante de los coches? Por cierto, el modelo por el que te preguntamos al inicio de este post es un Mercedes-Benz S 63 AMG, pero seguro que tú ya lo sabías ¿verdad?
