Tu coche representa una inversión que debes cuidar, conservar el buen estado del coche pasa por desarrollar hábitos que te ayuden realmente a hacer un uso adecuado de este. Conducir es algo que muchas veces solemos hacer de forma casi mecánica y sin pensarlo, para ir al trabajar, para llevar a los niños al colegio, para viajar…
Una vez hemos aprendido, con el tiempo vamos adquiriendo hábitos rutinarios, que sin saberlo pueden afectar negativamente o acortar la vida útil de nuestro coche, y a la vez que afectar nuestro bolsillo. A continuación te mostramos los malos hábitos mas comunes, ya sabes, si te reconoces en alguno de ellos, simplemente es hora de pensarlo detenidamente y cambiar tus hábitos como conductor.
Revoluciones… ¡las justas! ni más, ni menos
Como te lo puedes imaginar a altas velocidades todo el coche y sus componentes sufren más desgaste y lógicamente durarán menos, pero aunque no lo creas, circular a un ritmo excesivamente lento también puede ser muy perjudicial para tu coche.
Rodar en marchas muy largas y con el motor muy bajo de revoluciones igualmente afecta a su longevidad, ya que no se alcanza la temperaturas óptima para su buen funcionamiento y el propulsor puede acumular suciedad, debido a que no se beneficia de un buen flujo de gases, lo que hace que se acumulen impurezas en le sistema de escape.
Esperar a que el motor se caliente lo suficiente
Otro hábito como revolucionar excesivamente el motor antes que alcance una temperatura óptima de servicio desgasta severamente el coche. El mejor consejo es conducir con suavidad durante los primeros minutos mientras que el motor se acondiciona, y el aceite que lo lubrica empieza a fluir con naturalidad por el motor. La capacidad de lubricación depende de la temperatura y por lo tanto, el desgaste que sufre el motor en frío al someterlo a altas revoluciones con una inadecuada lubricación, será muy alto, limitando drásticamente su potencia y durabilidad.
Dejar que el motor descanse antes de apagar
Otro mal hábito muy común entre los conductores de los coches, es detener de golpe el motor inmediatamente has llegado a tu destino. Antes de quitar el contacto es necesario que dejes al motor reposar, para que la lubricación se detenga progresivamente y la temperatura de la turbina se atenúe. El tiempo de reposo depende de nuestra conducción y el esfuerzo al que hayamos sometido la máquina durante los últimos minutos, y va entre unos segundos y uno o dos minutos máximo; por ejemplo, si has maniobrado despacio para aparcar durante un minuto, no será necesario que esperes mucho tiempo.
No apoyes la mano en el palanca de cambios
Mantener la mano continuamente sobre la palanca de cambios tampoco resulta ser algo muy positivo para el funcionamiento del coche, cuando aprendemos a manejar nos suelen decir que es la forma de estar preparados y mantener control sobre el auto, pero la presión ejercida sobre este mecanismo puede provocar un desajuste en su funcionamiento interno, lo que se traducirá en dureza a la hora de hacer cambios de marchas y vibraciones.
Además conducir de esta manera supone tener una mala postura al volante, la posición correcta para conducir es con las dos manos en el volante, puesto que de esta forma puedes maniobrar el coche con toda seguridad en todo momento.
Pisar correctamente el pedal del embrague
Mantener el pie en el embrague, aunque no vayas a cambiar de marcha, es un mal hábito que por lo general nos lo nos inculcan desde que aprendemos a conducir. Si bien es cierto que esto facilita cambiar de marcha rápidamente, también puede provocar una seria avería en el coche. El embrague es un elemento mecánico de fricción, mantener el pie sobre dicho pedal provoca un desgaste innecesario, haciendo que este componente pueda tener un fallo antes de lo previsto. Evita apoyar todo el tiempo el pie en el pedal y hazlo sólo cuando cambies de marcha, asegúrate de pisarlo a fondo y luego suéltalo despacio.
Emplea adecuadamente el embrague del auto
Debes conocer bien el rango de revoluciones adecuado que maneja tu coche. Hay conductas que son innecesarias y acortan su vida útil, como mantener el engranaje en una marcha con el coche parado, en un semáforo o durante un atasco; en estos casos siempre es mejor ponerlo en neutro. Tampoco es recomendable pasar de reversa a drive, la transmisión no está diseñada para detener el automóvil y cambiar de marcha al mismo tiempo. Se basa en los frenos para detener el movimiento del coche y que así se pueda hacer una transición suave entre las marchas.
Evita girar y forzar el volante hasta sus topes
Manipular el sistema de dirección del coche con el motor apagado es en verdad una práctica muy mala, debido a que cualquier leve movimiento por insignificante que parezca, puede provocar que los neumáticos se deformen o incluso que se desequilibren las suspensiones, recuerda que ambos mecanismos soportan todo el peso del vehículo cuando esta parado.
En las maniobras de aparcamiento es habitual que tengas que girar el volante hasta un tope y otro, pero es conviene que evites esto al máximo, porque como ya lo sabes en estas circunstancias sufren tanto la bomba de la dirección asistida como la cremallera de dirección.
Usa el freno de mano al estacionar el coche
Ya sea que estés estacionado en subida, en bajada o en algún terreno plano, siempre hay que accionar el freno de estacionamiento. Si bien la transmisión puede evitar que el vehículo ruede cuando está detenido con el motor apagado, el freno de mano es la única parte diseñada para mantener las ruedas de tu coche completamente bloqueadas en su lugar. De no hacerlo puedes averiar la transmisión ya que cuando no esta puesto el freno de mano, todo el peso del coche recae directamente en una pequeña pieza ubicada en el sistema de transmisión y que a la larga puede terminar por romperse.
No abuses de los frenos bajando pendientes
Cuando desciendas por alguna pendiente prolongada, no es necesario que pises continuamente el freno para evitar que el coche baje desbocado. A menudo solo basta con reducir una marcha la velocidad para que la retención del motor nos ayude a contener la velocidad. Evitar el mal hábito de abusar en todo momento de los freno del coche, realmente puede ayudarte a alargar la duración de las pastillas, los discos, y el líquido de los frenos. Para alargar la vida de los frenos también es importante estar enfocados y anticipándonos a lo que sucede en el comino adelante de nosotros para evitar frenar de golpe.
Pasa a poca velocidad por badenes y resaltos
Tan peligroso como subir por un bordillo, es el hecho de pasar un badén o un resalto en la carretera a toda velocidad, no solo porque así estás sometiendo los neumáticos a un esfuerzo innecesario, sino que esta acción puede afectar todo el chasis del coche, junto con el muelle y el amortiguador del coche.
Esto ocasiona que surjan de forma prematura daños en los componentes de la suspensión haciendo que esta ya no absorba correctamente las irregularidades del terreno. Incluso se pueden llegar a generar serios problemas derivados del desgaste irregular en los neumáticos, que hacen el coche más propenso a accidentes al conducir.
Evita sobrecargar el coche con peso extra
Circular con los neumáticos a baja presión no solo causa un desgaste irregular en las gomas, sino que es muy peligroso y aumenta el consumo de combustible. Revisa los neumáticos al menos una vez al mes, según el uso que hagas de tu coche. También puedes recurrir al inflado con nitrógeno que garantiza que las presión se mantenga en niveles adecuados durante mayor tiempo. Evitar subir, rozar o aparcar cerca de bordillos, que hagan contacto con los neumáticos; esto puede provocar averías, bultos y dejar los neumáticos propensos a un reventón inesperado.
Cuida y controla la presión de tus neumáticos
Nunca hay que sobrepasar el peso máximo de carga, ni la capacidad de tu coche especificada en su ficha técnica. Si se haces esto y sobre todo con demasiada frecuencia, tanto los neumáticos, como la suspensión, el sistema de frenado y el motor sufrirán a largo plazo las consecuencias por el abuso de sus capacidad, esto sin contar con el consumo de combustible extra que te demandará la maquina puede arruinar tu bolsillo.
Exprimir hasta la última gota de combustible
No solo porque puedas quedarte sin combustible en cualquier momento y sin posibilidad de recargar, sino porque cuando dejas el depósito casi vacío, haces que la bomba de combustible requiera un mayor esfuerzo para absorberlo.
Mantener un nivel muy bajo de combustible en realidad genera varios problemas en el coche, ya que se forman burbujas de aire y lo que es peor, el motor absorbe sedimentos que pueden llegar a producir averías en la bomba de combustible, atascar el filtro, e incluso llegar a los inyectores. Recuerda que la bomba necesita estar sumergida en combustible para garantizar su lubricación y mantener una temperatura óptima para su adecuado funcionamiento.
Atiende a las señales del tablero de control
Hacer caso omiso o ignorar las alertas que se presentan en el tablero de control relacionadas con la batería, los frenos, los airbags, el refrigerante, el aceite lubricante, y el combustible, es realmente una tontería. Cuando una de estas luces se enciende, es señal que debes verificar algo con el fin de no ver disminuida tu seguridad y la de quienes van contigo en el coche. Incluso si sólo se trata de un sensor suelto o un error de fábrica, al pasarlo por alto, con el tiempo puede ocasionar que el vehículo deje de funcionar y podría ser potencialmente muy perjudicial.
Respeta los tiempos de mantenimiento
El mantenimiento periódico del coche, como las revisiones técnicas programadas para el cambio de aceite y filtros, no son un invento o capricho de los fabricantes, realmente son necesarios para hacer que tu coche sea seguro. El lubricante es uno de los actores más importantes a la hora de garantizar el buen funcionamiento del motor y aumentar su durabilidad.
Al intentar alargar la vida útil del aceite del motor mas allá de lo recomendado, estaremos haciendo que trabaje con un lubricante cuyas propiedades han sido mermadas con el tiempo y el uso, lo cual reduce su eficiencia y puede generar serias averías en el coche.
Cuida de la apariencia e higiene de tu coche
Y por último pero no menos importante, cuida de la apariencia del coche tanto por fuera como por dentro. Recuerda que las partes internas del coche requieren tanto e incluso más cuidado que la carrocería y su pintura. Una lavada periódica con suficiente agua a presión es lo mejor para la limpieza del exterior ya que previene el auto de posibles rayones. Y para cuidar el aspecto del interior de tu coche solo tienes que seguir nuestras simples recomendaciones, que te ayudarán a mantener tu coche limpio y a protegerlo de los efectos nocivos del sol.
Recuerda que en Leathertech World somos expertos en la restauración de piles y plásticos en el interior de los coches para que puedas conservarlo por mucho más tiempo con un aspecto a nuevo