Si no lo sabes te ahorraremos la búsqueda en Google, la obsolescencia programada es una estrategia de negocio que usan algunos fabricantes de cualquier tipo de productos, con la finalidad de hacer que estos dejen de funcionar adecuadamente después de un tiempo determinado, haciendo que se vuelvan obsoletos. Si bien, muchos productos tienen una durabilidad limitada de forma natural, emplear esta técnica implica que los productos son diseñados y creados a propósito con la intensión de limitar su funcionalidad y reducir significativamente su ciclo de vida útil.
Por ejemplo, imagina que compras un nuevo smartphone, pero después de solo un año, empieza a trabajar más lento, se bloquea, o la batería se descarga mucho más que cuando era nuevo, incluso puede que presente fallas que no puedes reparar fácilmente… ¿Te suena familiar? Bueno, es muy posible que haya sido diseñado y fabricado de tal manera que tú tengas que remplazarlo y comprar un modelo nuevo en un corto periodo de tiempo, y voilá… así se incrementan las ventas.
En la actualidad, esta táctica se aplica en productos de muy variadas industrias, como la moda, tecnología, e incluso en la industria automotriz. Algunos fabricantes incorporan componentes o materiales de baja calidad que se desgastan rápidamente, lo que conlleva a los propietarios a invertir en reparaciones técnicas, repuestos o incluso en tener que reemplazar completamente el coche por uno nuevo en un tiempo menor al estimado.
Desde luego, desde la perspectiva del negocio es una práctica beneficiosa y lucrativa, pero esto ha generado debate y polémicas en todo tipo de industrias incluyendo al automotriz. Crear productos de esta manera, no solo afecta de forma negativa la economía de los clientes, sino que desfavorece el cuidado y conservación del medio ambiente, al aumentar la producción se incrementa el volumen de materiales de desecho, y además se genera mayor polución, incrementando la huella de carbono. Es más, uno de los aspectos más críticos es cuando se emplean productos de baja calidad que no solo afectan la durabilidad de los productos si no su seguridad de uso.
En cuanto a los coches, una práctica de obsolescencia programada muy común, es usar partes difíciles de reparar o sustituir. Por ejemplo, muchos coches modernos tienen sistemas de entretenimiento con componentes electrónicos que no pueden ser reparados, y en caso que se lleguen a estropear, por lo general al única solución que le queda al consumidor es invertir en la compra y reemplazar todo el sistema por completo por uno nuevo sistema. Otro aspecto con el que suelen juegar los fabricantes, está en su capacidad para lanzar al mercado nuevos modelos en un corto plazo de tiempo con componentes y características que hacen que los modelos anteriores queden obsoletos.
Impacto en el diseño de coches
Imagina que compras un coche nuevo y notas que los asientos están hechos de un material que se desgasta fácilmente. Aunque los cuides bien en un breve lapso de tiempo, los asientos comienzan a mostrar signos de desgaste y grietas prematuras. Esto ocurre debido a que se utilizan materiales de baja calidad o métodos de fabricación que no garantizan su durabilidad a largo plazo.
Además de los asientos, otros componentes del interior del coche también pueden verse afectados por la obsolescencia programada. Los paneles de control, las perillas, los interruptores y otros elementos pueden estar diseñados para funcionar correctamente solo durante un período determinado. Después de un tiempo, es posible que empiecen a tener fallas o presenten un desgaste prematuro, obligándote a buscar reparaciones o incluso a reemplazar todo el componente.
Así que el diseño interior de coches no está exento de esta terrible práctica. Algunos fabricantes a menudo utilizan materiales de menor calidad que tienden a desgastarse rápidamente. Por ejemplo, muchos de los asientos de los coches vienen tapizados con cuero sintético que se agrieta y deshilacha rápidamente, frente al uso de pieles de cuero natural. Muchos paneles de control, perillas y otros elementos son diseñados para tener que ser reemplazados con cierta frecuencia.
Es importante destacar que no todos los fabricantes de coches aplican la obsolescencia programada en el diseño de sus modelos. Algunos valoran la calidad y la durabilidad de los materiales utilizados, y se centran en ofrecer productos resistentes y de larga duración, especialmente cuando hablamos de los coches de lujo. Sin embargo, es fundamental que los consumidores estemos informados y empecemos a tomar decisiones conscientes al elegir un modelos de coche, considerando la calidad de los componentes para evitar caer en la trampa de la obsolescencia programada.
Afortunadamente, cada vez más las personas están tomando conciencia de este problema y buscan alternativas más éticas y amigables con el medio ambiente al momento de comprar coche. De entrada, lo ideal es preferir marcas o modelos creados con materiales de excelente calidad y con componentes reparables, de larga duración y que sean amigables con el medio ambiente. Deberíamos optar por los fabricantes que ofrezcan un servicio de reparación y mantenimiento asequible. Otra alternativa es restaurar un coche usado, además de prolongar su vida útil y suele ser muy rentable.
Recuerda que es importante estar bien informados para tomar decisiones conscientes, al comprar un coche, considera la calidad y durabilidad de los materiales y componentes mecánicos, los neumáticos, los frenos, los sistemas de inyección y aire acondicionado, el motor, e incluso el estado del interior del coche como, tableros, sistema de entretenimiento, el volante, las puestas y la tapicería de los asientos, para estar seguro que tu coche tendrá una vida útil prolongada.
A pesar de que la obsolescencia programada pueda estar afectando a tu buga, hay algunas medidas preventivas que puedes tomar para disfrutar de un coche confortables y funcional por más tiempo, y de paso ahorrar un poco de dinero a largo plazo. Simplemente se trata de cuidar de tu vehículo y en caso necesario emplear técnicas de restauración para reparar las zonas afectadas y extender su vida útil, no solo en su funcionamiento o la carrocería, sino en su aspecto interior.
— Reparación temprana
Haz una inspección regular y aborda los daños o desgastes del coche en sistemas funcionales del coche, como el motor, el sistema de frenos, los neumáticos, el aire acondicionado, las luces, sin olvidar otros elementos, como la tapicería y los paneles del interior del coche. Esto evitará que se agraven y te ayudará a mantener el coche en mejor estado.
— Limpieza y protección
Realiza una limpieza frecuente no solo de de la carrocería exterior y las luces del coche, sino del interior, la tapicerías, los cristales, los paneles y tableros de control y recuerda utilizar los productos adecuados para cuidar y proteger cada tipo de material como corresponde, evita el uso de productos químicos agresivos que puedan acelerar el desgaste de los componentes de tu coche.
— Restauración oportuna
Si definitivamente el desgaste es inevitable, siempre considera primero la posibilidad de restaurar los componentes del coche. Esto puede incluir desde restaurar una leve raspadura en los asientos o el volante, hasta una restauración mucho mayor de la tapicería, los recubrimientos de la consola u otros componentes del coche par devolverle su aspecto original.
En Leathertech World, nos hacemos cargo de la restauración superficies de cuelo, vinilo y plásticos en el interior del coche. Empleamos técnicas artesanales y materiales de alta calidad para renovar y devolverle al coche una apariencia a nuevo.
Ofrecemos un servicio personalizado, ayudamos a nuestros clientes a disfrutar de su coche durante muchos años, y a reducir el impacto negativo que la obsolescencia programada tiene sobre sus bolsillos y en el medio ambiente. Si estás interesado en restaurar el interior de tu coche, no dudes escribirnos, nos encantaría ayudarle a encontrar la mejor solución que se adapte a sus necesidades.